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Una explotación autosuficiente que genera la alimentación y la dieta diaria para sus más de 22.000 ovejas.
Hacia una red de cultivos autosuficiente
Otra característica de nuestra Dehesa es la cantidad de tierras que aprovechamos para cultivo en diferentes épocas del año. Poseemos unas 310 hectáreas dotadas de sistemas de riego por aspersión o pivots.
Gracias al agua de los dos pantanos situados en la finca de un hectómetro cúbico (un millón de metros cúbicos) cada uno, disponemos de diferentes áreas para cultivar cereales como trigo, maíz, trébol, alfalfa…
En función de nuestra capacidad de producir cultivos para el forraje, la finca ha ido creciendo y ha establecido su techo o nivel de autoabastecimiento propio. Dentro de las 1.500 hectáreas de terreno, la cantidad que disponemos actualmente para llevar a cabo cultivos es de unos 600 Ha. que con la rotación en diferentes épocas, nos permite aprovechar 3 y 4 veces al año cada parcela cultivada. Principalmente tratamos de producir "forraje" ya que nuestra cabaña de ovejas Lacaune es la más idónea para aprovechar este producto y transformarlo en leche.
En parte nuestra finalidad es transformar toda la producción de forraje que creamos al año en leche a través de nuestras ovejas. Por eso la alimentación de nuestras ovejas lleva un alto porcentaje de forraje.
A este le añadimos la llegada de subproductos cercanos como la pulpa de naranjas y la pulpa de tomates, que la convertimos en pellets o pienso.
En Dehesa Dos Hermanas hemos producido cultivos, no aptos para el consumo humano, pero si aptos para nuestras ovejas.
El aprovechamiento de la tierra
La rotación de cultivos, en especial el maíz.
El maíz es uno de los principales cultivos que realizamos en Dehesa Dos Hermanas. Su calidad dependerá de la cantidad de agua que reciba, con lo cuál su riego es indispensable ya que es una planta que necesita estar constantemente húmeda. El periodo de plantación y recolecta discurre entre Mayo y Septiembre.
Para el cultivo del maíz empleamos el sistema de riego por "Pivot" central, donde una gran estructura elevada sobre ruedas va girando 360 grados regando todo el área. Los pivotes funcionan con motores eléctricos para su movimiento.
Durante la siega del maíz aprovechamos toda la planta, tallo y mazorca, todo mezclado como forraje que llevamos a nuestros silos de almacenamiento, a este procedimiento le denominamos ensilaje del maíz.
Mediante el ensilaje del maíz podemos tener siempre este tipo de alimentación durante todo el año. Un suplemento energético con mucha proteína, altos índices de almidón y materia seca. Este aprovechamiento nos nos ayuda a ser más competitivo con la calidad de nuestra leche.
Nuestra experiencia nos ha llevado a producir un buen ensilaje con diferentes cultivos y subproductos que hacen de nuestra dieta para las ovejas una de las de mejor calidad avalada por los laboratorios que estudian a diario la calidad de su leche.
Otros cultivos y el ensilaje de la producción
En Dehesa Dos Hermanas junto al maíz cultivamos otros tipos de cultivo como avena, trigo, cebada, trébol sorgo, raygrass,... ya que son otros alimentos que conforman la exclusiva dieta de nuestras ovejas. Aprovechamos en nuestras parcelas de riego todos los periodos del año. Preparación del terreno siembra de las semillas, comienzo de las encañadas, pasando por el espigado hasta su maduración y recolecta.
Tras la recolección o siega se ensila toda la producción y por otro lado empacamos en alpacas de paja parte del forraje, que servirán de lecho y comida para las ovejas.
El almacenamiento de toda la producción lo realizamos a través de nuestros silos.
Toda la producción de nuestros cultivos o todo el forraje (tallo, hoja y fruto) lo conservamos a través de su picado fino y la posterior compactación en los silos. Creando unas condiciones anaeróbicas (ausencia de aire) que inician la fermentación láctica del pasto, en la cuál los microorganismos toman los azúcares de los materiales transformándolos en ácido láctico. Este ácido láctico hace que disminuya el PH de toda la masa forrajera, evitando así, la creación de microorganismos que estropeen la producción. Por eso mientras al forraje no le entra el aire, permanecerá en buen estado gran parte del año.
Un alimento energético que nos permite aumentar la capacidad por hectáreas para sustentar a nuestros rebaños.
